Los
orígenes del fenómeno preturistico se sitúan en la Grecia clásica, precisamente
por que fue la primera civilización que dio al ocio un sentido distinto. Los
griegos, por principios, despreciaban el trabajo, al que consideraban un
menester de esclavos y de la clase baja. El tiempo libre lo dedicaban a la
cultura, las diversiones, la religión y el deporte.
Los
romanos copiaron intencionadamente a los griegos en muchos de sus aspectos y
especialmente los rasgos de la cultura. Al igual que los griegos, los romanos
asistían a los santuarios y a los templos, comenzando sus traslados con la
construcción de las calzadas romanas. Aunque no en gran escala, los romanos
viajaban bastante por todo el imperio romano y especialmente a Grecia.
Banquetes en la Grecia Clásica
Con
la desaparición del imperio romano, concluyo el fin de la “pax romana”, la
destrucción de las calzadas y el fin del tiempo libre, siendo sustituidos por
el pillaje, bandolerismo, pobreza y paralización de una cultura. No es de
extrañar que los viajes fuesen cada vez menos frecuentes, debido a la falta de vías
de comunicación y aun así, los pocos caminos practicables eran incómodos e
inseguros. Ciertamente la civilización había dado un paso atrás. No obstante, existían
testimonios de viajes que partían desde tierra santa.
No
podemos olvidar que en el año 813 se descubre en Compostela la tumba del
Apóstol Santiago, dato relevante con el que comienza un turismo de religión por
parte de los cristianos.
Tumba del Apóstol Santiago
A
partir del siglo XI fueron continuas las peregrinaciones de multitudes de toda
Europa, creándose rutas, mapas, hospederías y otros servicios para los
caminantes.
Las
grandes expediciones de españoles, portugueses, británicos y otros, conllevan
el descubrimiento de nuevas tierras, con nuevas costumbres y riquezas, animando
a los ciudadanos para comenzar a viajar.
Durante
todo el siglo XIV y XV, continúan con gran pujanza las peregrinaciones,
resaltando como dato indispensable las más de 142.000 personas que se reunieron
en el año 1.493, para adorar el relicario que contenía la santa sangre.
Aparecen
en este periodo los primeros alojamientos con el nombre de HOTEL (palabra
francesa que designaban a los palacios urbanos). Aunque mejoran los transportes
marítimos seguía siendo peligroso viajar por una Europa en conflicto.
Fachada del Hotel d´Assezat - Toulouse Francia
Renacentista del siglo XVI
A
finales del renacimiento y bien entrados en el siglo XVI, surge la costumbre
entre los ingleses de enviar a sus hijos a realizar viajes que duraban más
de cinco años, con el único fin de
completar sus estudios y coger experiencias.
www.facebook.com/josealbertolopeztruque
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